Los aborígenes canarios fueron unos pueblos que vivieron en Canarias hasta que el archipiélago fue conquistado oficialmente por los castellanos en el año 1496.
A pesar de que los antiguos canarios tenían raíces comunes, cada isla contaba con sus propias leyes y costumbres, lo que producía enfrentamientos habituales.
Pero... ¿Quiénes eran?, ¿de dónde venían?, ¿qué lengua hablaban?, ¿en qué creían? Todas estas cuestiones, y otras más, las resolveremos en este artículo.
Origen de los aborígenes canarios
Se trata del único pueblo que vivió en la región de la Macaronesia, en la que también se incluyen los archipiélagos de las Azores, Madeira y Cabo Verde, donde no se han hallado indicios de culturas anteriores a la llegada de los europeos.
Se estima que los pobladores primigenios arribaron a las islas hacia el siglo V a.C., así que a lo largo de casi dos milenios habitaron aisladamente, desarrollando una cultura y un estilo de vida propios.
Los primeros indígenas canarios eran tribus bereberes que llegaron desde el norte de África. Aunque las causas no están claras, la principal hipótesis es que fuera por la expansión de otras civilizaciones en el Magreb (fenicios, púnicos, romanos, etc.).
Estos pueblos han sido catalogados físicamente en dos grupos: los cromañoides de rostro ancho y robusto y menor talla corporal y los mediterranoides de cara más fina y recta y mayor estatura.
Se sabe que su llegada causó la extinción de algunos grandes reptiles y mamíferos insulares, como el lagarto gigante Gallotia goliath (que podía llegar a alcanzar hasta un metro o más), la Canariomys bravoi (rata gigante de Tenerife) o la Canariomys tamarani (rata gigante), entre otros.
Nombres de los antiguos canarios
Aunque popularmente se les llama guanches, hay que tener en cuenta que dicho término solo hace referencia a los antiguos pobladores de Tenerife. Hoy en día, la denominación correcta es aborígenes canarios, y para cada isla en particular es la siguiente:
- El Hierro (Heró): bimbaches
- Fuerteventura (Maxorata) y Lanzarote (Tyterogaka): majos
- La Gomera (Gomara): gomeritas
- La Palma (Benahoare): benahoaritas
- Tenerife (Achinech): guanches
Organización social de los indígenas canarios
La sociedad primitiva canaria era patriarcal y matrilineal, y se categoriza en estratos definidos por la riqueza, sobre todo en cabezas de ganado. Cada isla se subdividía en territorios cuyo rey era el guanarteme o mencey.
Aunque el sistema de clase era también distinto en cada isla, se puede resumir con las categorías de nobleza y pueblo. La pureza de sangre entre los nobles de alto rango era total, y para llegar a ser jefe tenía que demostrarse dicha pureza.
Se cree que los reyes tenían en propiedad la mayoría del ganado, así como las canteras de extracción de materia prima (para ello se utilizaban las pintaderas). Para mantener dicha jerarquía, que dependía del servicio de otros, se instruía a sus hijos con historias que definían las desigualdades sociales, cuyo origen era divino.
La justicia se impartía en la plaza pública o tagoror por un grupo de notables, y de acuerdo a los primeros visitantes de las islas, era excesivamente dura.
Se han encontrado pruebas de infanticidio femenino y poliandria en varias islas, lo que se ha interpretado como una adaptación cultural a la escasez de recursos en forma de control poblacional.
Religión de los canarios antiguos
Las creencias religiosas de los aborígenes estaban muy ligadas a objetos y fenómenos relacionados con la naturaleza. Veneraban al sol (dios Magec) y a la luna (dios Achuguayo) y hacían rituales para potenciar la lluvia y que los campos fueran fértiles (Achamán, dios del cielo y dios supremo).
Algunos elementos del relieve como montañas y roques eran considerados sagrados, ya que se les creía cercanos a estos dioses y permitían el contacto con ellos, como la Montaña de Tindaya en Fuerteventura, el Roque Idafe en La Palma y el Teide en Tenerife.
También practicaban la momificación, que consistía en extraer las vísceras del cuerpo, lavarlo, secarlo al sol y rellenarlo de sustancias naturales que ayudaran a su conservación. Tras ello se envolvía con pieles y se ataba con tiras de cuero.
Los ritos eran dirigidos por el faycán, una especie de sacerdote-juez, que era auxiliado en determinadas celebraciones por una institución de mujeres santas llamadas harimaguadas.
Desarrollo tecnológico y cultural de los aborígenes canarios
Respecto a su catalogación histórica, que tiene como referencia el desarrollo tecnológico de los pueblos, los antiguos canarios fueron pueblos neolíticos, ya que las islas carecen de metales debido a su origen volcánico.
Sin embargo, estos pueblos aborígenes se caracterizan por contar con un desarrollo cultural avanzado, correspondiente a un horizonte cultural protohistórico y fruto de la influencia de las civilizaciones anteriormente mencionadas.
También hay constancia de la existencia de grabados rupestres en los que aparecen signos alfabetiformes, identificados como rasgos de escritura líbico-bereber, además de otra forma de escritura de difícil catalogación a la que se ha denominado "líbico-canaria".
Las sociedades indígenas del archipiélago orientaron y alinearon astronómicamente algunos santuarios y puntos de observación, adoratorios, templos e incluso necrópolis. La relación entre la salida y el ocaso del Sol, la Luna y algunos planetas y estrellas con elementos del paisaje de las islas y con su perfil orográfico sobre el océano, les permitía establecer calendarios, organizar las actividades productoras de alimentos, las prácticas sociales y sus creencias.
Contrariamente a la mayoría de las culturas antiguas que surgieron en el entorno de islas oceánicas aisladas, en Canarias no se han hallado evidencias arqueológicas o documentales de la existencia de embarcaciones marineras o conocimientos de navegación.
Las crónicas de los primeros europeos llegados a las islas recogen el hecho de que los pobladores habían perdido totalmente los conocimientos sobre navegación, por lo que las diferentes islas estuvieron aisladas unas de otras durante siglos, desarrollando modos culturales distintos.
Hábitat de los aborígenes canarios
Los antiguos canarios vivían fundamentalmente en cuevas naturales o en tubos volcánicos, si bien también en refugios de piedra, cabañas y poblados en superficie, existiendo diferencias evidentes en el tipo de hábitat dependiendo de la isla.
Por ejemplo, en Lanzarote las viviendas, que formaban poblados, eran por lo general de piedra seca y techadas con falsa bóveda, siguiendo un esquema constructivo similar al de las "casas hondas", documentadas en otras zonas del Magreb.
Mientras, existen tanto poblados de casas construidas en superficie, además de viviendas en cuevas, bien naturales o bien labradas en la piedra. En las demás islas el hábitat más común era la cueva natural.
Economía y subsistencia de los primitivos canarios
La economía aborigen se basó principalmente en la ganadería. A causa de la práctica inexistencia de mamíferos oriundos de Canarias, el ganado del que disponían los primeros isleños fue trasladado desde sus zonas de origen en el norte de África y adaptado a las características ambientales de las islas.
Este consistía fundamentalmente de cabras y un tipo de oveja de piel lisa y sin lana, semejante al tipo de oveja que durante milenios habitó el norte de África y cuyos descendientes habitan en la actualidad en la zona del Sahel.
La cabra y la oveja jugaron un papel fundamental en la subsistencia, utilizándose tanto su carne como su leche y mantequilla, además de las pieles para la elaboración de la indumentaria, los huesos para una importante industria ósea y la cornamenta.
La agricultura era básicamente cerealista, cultivándose especies de trigo y cebada, así como guisantes y otras legumbres. Uno de los usos principales de los cereales era la elaboración del tradicional gofio.
La subsistencia en el archipiélago se completaba con la recolección de especies vegetales silvestres; la caza de animales, principalmente aves y reptiles de gran tamaño; la pesca y el marisqueo con métodos rudimentarios, etc.
Antiguos canarios en la actualidad
Según un estudio reciente determinó que “la población canaria global tiene una ascendencia aborigen por línea materna del 55,9%, mientras que los componentes europeos y africano subsahariano son de un 39,8% y un 4,3%, respectivamente".
Si el cálculo se hace separadamente para cada isla, los resultados son muy distintos. Los valores más altos de ascendencia indígena se hallan en La Gomera (55,5%) y en La Palma (41,0%), mientras que los más bajos son los de Tenerife (22,0%) y El Hierro (0,0%).
Tópicos o leyendas de la época, lo cierto es que los aborígenes canarios no eran tan diferentes a los canarios de hoy en día.